10 de Agosto:
Apartamento de Callie y Arizona
8:30 a.m.
Al día siguiente, fue Arizona quien despertó primero,
ahora era ella quien estaba extasiada, admirando a su esposa allí dormida.
Arizona recordó la primera vez que había visto a Callie en el Hospital, mucho
antes del beso en el baño del bar de Joe, ella la vio hablando divertidamente
con Mark Sloan en uno de los pasillos del hospital, Arizona estaba revisando la
historia clínica de uno de sus pacientes, pero la risa de Callie la hizo subir
la mirada, la vió y de inmediato pensó: “Por Dios, ¡que mujer tan hermosa, es
sexy, bella y definitivamente hot, no creo que una mujer así esté soltera,
sería un absoluto desperdicio”. Arizona se olvidó momentáneamente de lo que
estaba haciendo, sencillamente no podía dejar de mirarla.
Ese mismo día en la tarde, le preguntó a Bailey,
disimuladamente, quién era ella, y Bailey escueta como siempre, enemiga de
tocar temas personales, sólo le dijo su nombre y que era una excelente cirujana
ortopédica, una residente de quinto año, pero aún siendo residente ya muy
respetada y solicitada en su campo. Arizona con disimulo insistió un poco más y
le preguntó a Bailey acerca de la personalidad de Callie, Bailey puso una cara
de asombro y cierto desagrado, esos temas no eran para ella, pero ante la
insistencia de Arizona, Bailey le dijo:
-Callie, además de ser una excelente cirujana, es un
excelente ser humano, tiene un enorme corazón, se preocupa por sus pacientes y
por las personas que la rodean, es sincera, a veces se pasa de sincera, agregó,
-además es una persona leal. Bailey hizo una pausa como dudando si quería
continuar la conversación pero finalmente confesó: -es una de las pocas
personas de este hospital a quien considero mi amiga, ella definitivamente es
alguien en quien se puede confiar... Bailey se dio cuenta entonces de la
sonrisa que Arizona había asomado en sus labios y moviendo la cabeza hacia los
lados dijo algo molesta: -Bueno, a fin de cuentas no sé por qué te estoy
diciendo todo esto y mucho menos quiero saber por qué estas preguntando, así
que ¡fin de la conversación!, vamos a trabajar que para eso estamos aquí.
Arizona supo que no podría seguir insistiendo, pero le
impactó la forma tan positiva en que Bailey se expresó de Callie, incluso notó
en su mirada que Bailey realmente le tenía cariño a Callie y siendo Bailey una
persona tan respetada por su objetividad y su seriedad, enemiga de los chismes
tan frecuentes en el hospital, una opinión como esa sin duda tenía peso. Así
que después de esa conversación con Bailey, Arizona tenía aún más ganas de
conocer a esa mujer hermosa, sexy, hot y de gran corazón que Bailey había
descrito someramente…
Callie se movió un poco y continuó durmiendo, pero el
movimiento de Callie hizo que Arizona saliera de sus pensamientos, miró hacia
la mesita de noche y vio la tarjeta que Callie le había escrito, la volvió a
leer, una, dos, tres veces, mientras más la leía, más se emocionaba, le
impresionó que Callie había mencionado el tema de África en la tarjeta, ese era
un tema que ninguna de las dos tocaba mucho, pero le encantó lo que estaba
escrito: “todos se fueron, pero sólo tu
regresaste…”. “Y como no regresar”, pensó
Arizona, ella hasta esa ocasión estaba acostumbrada de cierta forma a
romper sus relaciones, no le gustaban los compromisos ni las ataduras, así que aún
a pesar del dolor que sintió al marcharse, dejando a Callie atrás, creyó que
era lo mejor para Callie. Callie no
quería ir a Africa y antes de que la relación se deteriorara por eso, con
Callie viviendo donde no quería vivir, Arizona prefirió cortar por lo sano y
acabar la relación allí, resultó obvio que ambas tenían sueños diferentes y
ella prefirió que cada quien siguiera sus propios sueños.
Así que Arizona llegó a África pensando sinceramente
que podía olvidar a Callie, ya lo había hecho otras veces, ¿por qué esta vez
iba a ser diferente?, había pensado ella, así que se metió de lleno en su
trabajo y se sentía muy bien consigo misma por lo que estaba haciendo, estaba
haciendo realidad uno de sus sueños en su vida profesional, todo estaba muy bien…
de día, pero en la noche cuando llegaba a su habitación sola, sentía que
extrañaba mucho a Callie, a veces la extrañaba tanto que se sorprendía a si misma
llorando. Aún así, se autoanimaba: “Bueno es muy reciente, tiempo al tiempo”, pero
a medida que pasaban los días la tristeza que sentía en su corazón se hacía más
y más grande, ya no sólo la extrañaba en las noches solitarias, sino de día
mientras trabajaba y a veces las lágrimas aparecían en sus ojos aunque ella no
quisiera, de pronto su sueño de estar en África, haciendo la diferencia, ya no
parecía tan importante.
Un día un colega la sorprendió llorando y le preguntó
que le pasaba, cuando Arizona le contó que extrañaba a su novia, el colega le
hizo un comentario que la impactó profundamente, él le dijo suspirando, casi
como una reflexión personal: “Debe ser cierto eso que dicen entonces: nadie
sabe lo que tiene hasta que lo pierde”. Escuchar esa frase le sacudió el alma,
y se dijo a si misma sin pensar: “Si, la perdí, perdí a la persona que amo”, su
propia confesión la alteró aún más y de pronto una gran revelación se aclaró
finalmente en su mente: “Ella estaba enamorada de Callie Torres, por primera
vez en su vida se había enamorado de alguien, loca y perdidamente enamorada”.
Absorta aún en sus pensamientos, el colega le preguntó si quería regresar y
ella, casi sin pensar le dijo que sí, que quería regresar. No estaba segura si
Callie la iba a perdonar, pero tenía que intentarlo, definitivamente tenía que
intentarlo…
Mientras Callie seguía dormida, la mente de Arizona
siguió divagando, Callie le había dado a ella muchísimas razones para amarla y
aún lo seguía haciendo, todos los días, de mil modos diferentes, pero trató de
recordar que era lo primero que había hecho Callie para que ella comenzara a enamorarse
así. Recordó cuando Callie estaba rezando en la capilla para que Izzie Stevens
viviera, conociendo el daño que Izzie le había hecho a Callie era admirable que
Callie, además de arrepentirse de haber deseado su muerte, estuviera ahora
rezando por su vida, eso le confirmo a Arizona lo que Bailey le había dicho
tiempo atrás, que Callie tenía un gran corazón. Arizona avanzó un poco más en
los acontecimientos, recordó la honestidad que Callie demostró cuando le dijo a
su padre que ella era feliz y se la presentó a él. A raíz de ese encuentro el
padre de Callie le dio un ultimátum, amenazándola con vaciarle la cuenta
bancaria y con quitarle el fideicomiso si ella no regresaba con él. Arizona se
sorprendió ante la reacción de Callie, quien decidió valientemente defender su
posición, y por ende, su reciente relación con Arizona. Callie le demostró a
Arizona con esa reacción que su intensión con ella era seria, que no estaba
jugando o viviendo una simple aventura como ella pensó al principio, cuando la
llamó “recién nacida”. Arizona sonrió ante ese recuerdo.
Arizona siguió avanzando en sus recuerdos de su propia
historia con Callie y entonces lo recordó: Callie le dijo a Cristina que no
podía pagar la renta porque su papá y
toda su familia habían tomado la decisión de ignorarla, para castigarla por su
decisión de no marcharse con ellos, entonces Cristina le recomendó a Callie que
mintiera, que le dijera a su familia que ella había terminado con Arizona,
aunque eso no fuera verdad; según lo que Callie le contó después, también Mark
le recomendó lo mismo y la propia Arizona, mientras Callie operaba a una niña
que se había fracturado muchos huesos al caer de un árbol, le dijo que ella no
se molestaría si Callie decidía mentirle a su familia.
Arizona pensó que Callie finalmente había decidido
mentir, hasta que un día Callie le confesó que ella estaba trabajando turnos
extras en la emergencia del hospital porque necesitaba el dinero, ya que su
padre le había vaciado la cuenta bancaria y ella ni siquiera tenía dinero para
comprar la comida de la semana.
La confesión la impactó, no sólo porque se dio cuenta
que Callie no quería inmiscuirla a ella en sus problemas financieros, ya que
sólo le confesó con vergüenza su precaria situación financiera cuando Arizona
interpretó la actitud de Callie como su falta de interés hacia ella y a Callie
no le quedó más remedio que confesarlo, eso le demostró a Arizona que Callie no
era del tipo de persona que se aprovecha de los demás. Pero lo que más la
impresionó fue que Callie, a pesar de las consecuencias y a pesar de que todo
el mundo, incluso ella, le habían recomendado que mintiera, Callie decidió no
mentir, ese día Arizona descubrió que Callie era sin lugar a dudas una de las
personas más sinceras que había conocido en su vida, eso la impactó
profundamente, es realmente difícil encontrase en la vida con personas que
siempre, siempre dicen la verdad, sin importar las consecuencias y Callie era
así, Callie nunca miente, Callie siempre dice la verdad.
Arizona salió de sus pensamientos porque cierta morena
muy hermosa que tenía a su lado había comenzado a rozar sus labios en su cuello
mientras le susurraba al oído: -Te amo, te amo, te amo. Arizona se sonrió y le
pregunto: -¿Cuánto me amas?, Callie le respondió: -Hasta el infinito y más
allá. Arizona, obviamente le creyó,
“Callie siempre dice la verdad” recordó.
Callie le dijo –Estabas muy pensativa cuando me
desperté, dime ¿en qué pensabas?.
Arizona, le dijo: -Mis pensamientos volaron por muchos
recuerdos contigo, que vinieron a mi mente, luego de leer por lo menos tres
veces la hermosa tarjeta que me diste ayer, pero justo ahora, estaba tratando
de recordar que fue lo primero que me enamoró de ti…
Callie la interrumpió, y en broma le dijo -¿y por qué
te demoraste tanto en recordar eso, acaso no lo tienes frente a ti, no fue porque
te parecí bella y hot, una “diosa sexy latina” como me llamaste una vez?
Arizona sonrió y le dijo: -Claro que sí, eres mi
bella, hot y sexy diosa latina, la mujer más bella que he visto en mi vida,
pero no estoy hablando de atracción física, estoy hablando de amor, recordando
lo primero que me enamoró de ti.
-¿Y lo recordaste?, le preguntó Callie emocionada
-Sí, lo recordé
-¿Y qué fue?
Arizona le dijo -¿Recuerdas cuando tu familia te quito
el habla y tu papá te vació la cuenta bancaria y el fideicomiso y Cristina,
Mark y yo te recomendamos que le mintieras a tu familia?
Callie le respondió: -Si, lo recuerdo
-¿y recuerdas que tu, a pesar de las consecuencias,
decidiste no mentir?, preguntó Arizona
-Sí, yo decidí no mentir, ¿sabes? creo que el día que
repartieron las mentiras yo llegué tarde porque no me gusta mentir, prefiero
decir la verdad siempre. Además soy una pésima mentirosa, mis expresiones me
delatan. Quiero decir, no sé si en una situación de vida o muerte podría mentir
o por lo menos aparentar algo que no siento, pero normalmente no, me gusta la
verdad, me hace libre.
-Exactamente, dijo Arizona
-¿Exactamente qué?, preguntó Callie
-Callie, tu eres la persona más sincera que he
conocido en toda mi vida, y descubrir eso fue la primera cosa que me hizo comenzar
a enamorarme de ti, dijo Arizona sonriendo y acercándose a Callie para darle un
breve beso en los labios.
-Entonces ¿me crees si te dijo que te amo, con toda mi
alma?
-Por supuesto que te creo
Se besaron nuevamente, cuando el beso concluyó, Arizona
preguntó:
-Por cierto, nunca te lo he preguntado, sólo por
curiosidad ¿De cuánto dinero estamos hablando?, ¿Cuanto tiene el fideicomiso?
Porque tu papá te lo devolvió ¿correcto?
-Si me lo devolvió, el fideicomiso es de 5 millones de
dólares
-Waaoo, dijo Arizona impresionada, o sea, que tu papá
es en realidad un hombre rico.
-Sí, lo es
-O sea, ¿qué estoy casada con una mujer millonaria?,
le dijo Arizona riendo
-Estas casada con la hija de un hombre millonario, una
heredera millonaria, si lo prefieres, pero yo no soy millonaria, mi papá es el
millonario. Una de las cosas que más amo de él, es que a pesar de su dinero
siempre ha sido un hombre humilde de corazón y enseñó a sus hijas el valor de
las cosas que el dinero no puede comprar y a esforzarnos con nuestro trabajo a
lograr las cosas por nosotras mismas, tal como él lo hizo: un hombre humilde
pero inteligente y hábil para los negocios que poco a poco fue haciendo una
fortuna. Eso siempre se lo voy a
agradecer, prefiero ser lo que soy y como soy, a haber sido la hija engreída e
inútil de un hombre millonario que no se vale por si misma. La fortuna de mi
papá debe estar rondando entre los 300-400, más o menos, pero eso a mi no me
importa, mi fortuna, no puede medirse ni comprarse con dinero y eso fue lo que
mis padres me enseñaron, tu eres mi fortuna, tu y Sofía, no el dinero de mi
papá, le dijo Callie con una sonrisa inmensa en los labios, que acercó a los de
Arizona para darle un enorme beso.
Arizona estaba impresionada, otra razón más para amar
a Callie, nunca había cuantificado el sacrificio que ella estuvo dispuesta a
hacer para permanecer a su lado, y aunque ella tenía razón acerca de que las
cosas que realmente importan no pueden comprarse con dinero, no dejaba de
impresionarla, así que con un tono que
denotaba la admiración que estaba sintiendo hacia Callie en ese momento, le
dijo:
-Tienes razón mi amor, pero igualmente es
impresionante que tú hayas renunciado a un fideicomiso de 5 millones de dólares
y potencialmente a una herencia de 300 a 400 mil dólares por mí y mucho más
cuando tú y yo apenas estábamos comenzando a salir.
-En honor a la verdad, no lo hice sólo por ti y por
nuestra relación, también lo hice porque estaba defendiendo mis creencias, por
cierto, la herencia no de miles, es de millones, le dijo Callie, haciendo una
mueca con los labios y frunciendo el seño, en un gesto cómico.
Arizona puso los ojos como platos -¿300 a 400 “MILLONES”
de dólares?
Callie le dijo tímidamente: -Sí
Arizona le dijo: -Ahora te amo mucho más, y no porque
acabo de enterarme que estoy casada con la hija de un millonario, sino porque
la hija de ese hombre millonario estaba dispuesta a renunciar a esa inmensa
fortuna para defender sus creencias y para poder estar conmigo y eso mi vida,
no tiene precio.
Arizona se acercó para abrazarla y besarla y hacerle
el amor, Callie le respondió, pero en uno de los movimientos que hizo para
abrazar a Arizona, Callie miró de reojo el reloj y le preguntó a Arizona
alarmada, -¿9:00 am? Arizona, -¿esa es la hora?, Arizona se giró para ver la
hora y le dijo –Si, esa es la hora, Callie, asustada, le dijo: -Dios, se me
hizo tarde, pero claro el cielo está nublado y pensé que era más temprano, mi
amor tengo que irme, tengo que estar en el OR en media hora. Arizona se
incorporó y le dijo: -Me arrepiento de no haberte despertado antes, nos habría
dado tiempo de hacer el amor, pero es que te veías tan bella dormida que no
quise despertarte, le dijo haciendo una mueca infantil.
Callie le dijo, mientras le daba un breve beso y
sacaba ropa de la gaveta para entrar al baño:
-Entonces mi amor, tenemos una cita para esta noche,
una olimpiada de sexo ardiente ¿es una cita?
Arizona sonrió ampliamente y con una mirada lujuriosa,
le dijo: -Ok, es una cita.
Callie se baño, se vistió y le dio a Arizona un beso
de despedida, un breve toque en los labios, antes de cerrar la puerta de la
habitación, ya de salida, le dijo a Arizona: Nos vemos a la hora del almuerzo,
le lanzó un beso en el aire y salió rumbo al hospital.
A los pocos minutos Arizona se paró de la cama, se
baño, se vistió y fue a la cocina por un desayuno rápido, encendió el televisor
de la cocina, pero estaba más concentrada en su cita de sexo olímpico y
ardiente con Callie para esta noche que en la televisión, sin embargo, levantó
la vista por una noticia que estaban emitiendo, el reportero estaba diciendo:
“Hace unas horas funcionarios de la policía de Denver,
Colorado encontraron los restos del cadáver de una mujer en las inmediaciones
de Windsor Lake, El cuerpo fue encontrado a orillas del rio con evidentes
signos de descomposición, la policía declaró que la mujer aparentemente fue
asesinada con una bala en la cabeza, en la región occipital. Por el grado de
descomposición de la victima los técnicos de investigación de la policía,
estiman que el asesinato se produjo hace unas tres semanas. Aunque deben
esperar los resultados de la autopsia y de las pruebas de ADN para identificar
a la víctima, la policía tiene serias sospechas que se trata de Clara Aponte, odontóloga, quien
fuera secuestrada hace poco menos de dos meses cuando se dirigía a su casa. De
ser cierta esta versión, este sería ya el segundo cadáver de una mujer
secuestrada y hallada con una bala en la cabeza en los últimos tres meses.
La primera víctima fue Emma Vilar, hija del industrial
Federico Vilar, quien fue secuestrada hace tres meses, y hallada muerta también
de un disparo en la cabeza en Iowa hace 7 semanas. Estos hechos han puesto en
alerta máxima a la policía de todo el país, ya que existe una tercera víctima
secuestrada hace tres semanas en Portland, se trata de Norma Rivas, hija del reconocido
empresario Ricardo Rivas…”
En la pantalla apareció la foto de la mujer sonriendo,
a Arizona le impactó la fotografía, la mujer tenía bastante parecido con
Callie, cabello negro, hermoso rostro, no obstante, notó una diferencia en su
dentadura, tenía ligeramente montados los dos dientes superiores, a diferencia
de Callie que los tenía totalmente parejos.
El reportero seguía hablando: …”Sin embargo, la
policía aún no tiene pistas del caso que le permitan llegar a dar con el
paradero de la víctima o para detener a los secuestradores. De acuerdo a las
investigaciones efectuadas por nuestro enviado especial, Bob Roberts, todo
parece indicar que existe un patrón en las victimas: las tres son mujeres, profesionales,
hijas de acaudalados empresarios o industriales y en los tres casos son de
ascendencia latina. No sabemos si se trata de una casualidad o un crimen de
odio, pero lo cierto, es que la policía nos encomendó emitir esta noticia con
el fin de alertar a la ciudadanía, especialmente a las mujeres que se
encuentren dentro de estos parámetros, vale decir, mujeres latinas hijas de
padres acaudalados…
Arizona apagó la televisión, estaba prácticamente
petrificada del miedo, Callie, encajaba perfectamente en este patrón descrito
por el reportero de la televisión, no podía ni siquiera imaginarse el horror de
algo así. Como quien se despierta nervioso de una pesadilla en la que muere algún
ser querido y corre a la cama de esa persona para asegurarse que se encuentra
bien y que sólo fue un mal sueño, Arizona levantó el teléfono para llamar a
Callie, luego recordó que en ese momento ella deberían estar en OR, efectuando
la operación que dijo que tenía a las 9:30 am, así que tomó su cartera y salió
corriendo al hospital, entró y en menos de 10 minutos estaba frente a la
cartelera, buscando la programación de la operación. La cartelera decía 9:30
a.m., OR 2, Dra. Callie Torres, Paciente…., Arizona no leyó más, salió
corriendo a la galería del OR 2. Cuando llegó y vio a Callie, en plena
operación, un suspiro de alivio recorrió todo su cuerpo, Callie estaba a salvo.
Como era importante que Arizona alertara a Callie acerca de la noticia que
acababa de escuchar en la televisión, decidió enviarle un mensaje de texto a su
celular, a fin de que ella lo leyera al terminar su trabajo en el quirófano. Le
escribió el mensaje: “Cariño, necesito hablar contigo tan pronto salgas de la
operación, es urgente, Te Amo, A.”
Arizona salió de la galería un poco más tranquila, sin
embargo, sentía una opresión en el pecho y la sensación no le gustó nada. Le
envió un mensaje a Cristina para encontrase con ella en la cafetería, a fin de
afinar los últimos detalles para una operación que tenía programada en horas de
la tarde. Arizona hubiera preferido a Teddy, pero ella estaba fuera de la
ciudad, en un congreso médico, así que Cristina era su única opción por el
momento.
Hospital
Seattle Grace Mercy West
11:30
a.m.
Callie finalmente salió de la operación, y como ya era
su costumbre lo primero que hizo fue encender su celular y revisar los
mensajes, tenía dos, el primero, un correo enviado por su padre: “Hola Calliope,
espero que te encuentres bien, acabo de comprar por internet y con carácter de
urgencia en una tienda ubicada en Seattle tres chips GPS, que se colocan debajo
de la piel. Los dispositivos, según las especificaciones que leí, se activan al
ser inyectados con una jeringa especial, y la batería es de duración prolongada
porque se carga continuamente con el calor corporal. La razón de mi urgencia,
es que esta mañana me enteré del hallazgo de una mujer muerta que fue secuestrada
hace unas semanas, es la segunda que encuentran en las mismas condiciones y hay
una tercera que la policía está buscando. Estoy preocupado por ti y por Aria,
porque ustedes cumplen con el patrón de las mujeres secuestradas. Aria esta en
Europa de vacaciones, pero igualmente estoy haciendo las gestiones para que se
coloque su chip. Compré 3 chips, uno para ti, uno para Sofía y otro para
Arizona. La tienda me informó que los chips ya fueron despachados al hospital,
por favor, pasa por la recepción a ver si ya están allí. Las jeringas las tuve
que comprar en otra tienda, ésta última no tiene despachos a domicilio, pero
está ubicada apenas a pocos metros del hospital, así que puedes pasar a
retirarlas, cuanto antes mejor. Cuídate mucho, Te quiero, Carlos. PD. Por
favor, me confirmas cuando las tres se hayan colocado los chips”
Callie obediente y algo preocupada se dirigió la recepción del hospital para averiguar si le
había llegado el paquete con los chips GPS, mientras leía el segundo mensaje,
un texto de Arizona. Callie le contestó el mensaje: “Amor, ya salí de OR,
¿dónde estás?. Enseguida recibió el
mensaje de vuelta, parecía que Arizona lo estaba esperando: “Estoy en la
cafetería con Cristina, por favor ven para acá, ahora”, Callie le contestó
“Ok”.
Callie llegó a la recepción del hospital y preguntó
por el paquete para ella, efectivamente allí estaba, lo tomó y se lo llevó en
las manos mientras caminaba hacia la cafetería. Los chips estaban colocados en
un sobre transparente pero de un material especial que ella no supo reconocer,
supuso que era para proteger los diminutos
y sofisticados equipos. Luego que
leyó el dorso del paquete lo entendió, el material bloqueaba la emisión de la
señal del chip, y así evitar la descarga de sus baterías, antes de que el
usuario se lo inyectara debajo de la piel.
Arizona estaba sentada con Cristina en una mesa, pero
continuamente miraba hacia la puerta a ver si entraba Callie, finalmente la vio
y se alivió, por fin podría alertarla acerca de las últimas noticias.
Callie las vio y se acercó a la mesa, saludó a
Cristina y le dio un breve beso a Arizona en la boca a modo de saludo. Callie
enseguida notó la cara de preocupación en Arizona y le pregunto: -Cielo, ¿qué
pasa? . Arizona, le contó a Callie lo
que había escuchado en las noticias, Arizona hablaba tan rápido que solapaba
las palabras, y por momentos tartamudeaba, claro síntoma de que estaba
sumamente nerviosa y preocupada.
Aunque Callie ya sabía de que se trataba por el correo
que había recibido de su padre, decidió dejar que Arizona terminara de hablar,
se notaba tan nerviosa que prefirió no interrumpirla, además Arizona hablaba
tan rápido que no encontró la forma de hacerlo, así que lo único que se limitó
a hacer fue a pasarle la mano por la espalda haciendo movimientos suaves hacia
arriba y hacia abajo, para tratar de tranquilizarla mientras Arizona continuaba
hablando.
Cristina, mientras tanto se quedó callada también
escuchando con atención lo que decía Arizona.
Cuando finalmente terminó de hablar, Callie le dijo:
-Acabo de recibir un correo de mi papá, quien se
mostró tan preocupado como tú al escuchar la noticia, me envió tres chips GPS
que se activan al ser inyectados debajo de la piel, tiene una pila especial que
mantiene su carga con el calor corporal, ya los tengo aquí conmigo, Callie
abrió la mano y les enseñó los dispositivos dentro del sobre especial, Arizona
y Cristina bajaron la vista para verlos, Callie continuó hablando. -Las
jeringas necesarias para inyectarlos, debo buscarlas en una tienda que queda
cerca de aquí, tengo programada otra operación dentro de una hora, pero al
salir de ella, pasaré por la tienda para retirarlas, así que esta noche cuando
lleguemos a casa, podemos inyectarlas, antes de nuestra olimpiada de sexo ardiente…, dijo esto último levantando la ceja
derecha y en un tono sensual con intensión de tranquilizar un poco a Arizona,
sin darle importancia a que Cristina estuviera escuchando, quien hizo una mueca
con la boca, parecida a una sonrisa, al escuchar las palabras calientes de
Callie.
Arizona, un poco más tranquila agradeciendo
internamente la genial ideal del padre de Callie y su rápida reacción ante la
alarma que ponía potencialmente en peligro la vida de su hija, le dijo a
Callie:
-¿Por qué te envió tres chips?
Callie respondió: -Uno para ti, uno para Sofía y el
otro para mí.
Arizona con una sonrisa traviesa, conmovida porque el
padre de Callie le había comprado un chip a ella, le dijo a Callie, tomándola
de la mano:
-Pero yo no soy la “diosa sexy latina” hija de un
padre millonario
Callie siguiendo el tono travieso de Arizona, le
contestó apretando un poco su mano: -Pero eres lo más importante para la hija
de ese padre millonario y él lo sabe, así que también te compró tu chip.
Arizona sonrió y entonces, bromeando le preguntó a
Callie, dándole un beso en la mejilla:
-¿Tu pagarías rescate por mi?
Callie le respondió con una sonrisa de oreja a oreja: -Amor,
yo daría mi vida por ti.
Arizona se sonrojó un poco, al recordar lo ocurrido
con Gary Clark, y pensó “Eso es verdad…”.
Cristina, que hasta ahora había escuchado toda la
conversación, interrumpió los pensamientos de Arizona y dijo bromeando:
-Por Dios, ¿cómo es posible que yo me haya equivocado
tanto en esta vida?, en lugar de casarme con un hombre que hasta los cuernos me
ha puesto, he debido casarme contigo Callie Torres, una “diosa sexy latina”,
dijo en un tono que imitaba el de Arizona, -y además hija de un millonario. Lo
tuve tan cerca, hasta viví contigo bajo el mismo techo durante años, lo único
que tenía que hacer era saltar la talanquera, y por las caras de lujuria y de
felicidad que tienen las dos todo el tiempo parece que eso de cavar hoyos no es
nada malo, dijo en un tono travieso absolutamente en broma y agregó a su
letanía: “¿cómo pude ser tan estúpida?”, sólo dime algo, Callie Torres: ¿tú
pagarías rescate por mi?
Callie se rió y le dijo en broma: -Claro que sí
Cristina, pagaría el rescate… hizo una pequeña pausa y continuó… -pagaría para
que no te devolvieran… dijo soltando una carcajada. La risa de Callie siempre
fue contagiosa, así que en ese momento las tres mujeres se estaban riendo
sonoramente.
Arizona, en ese momento se percató en la mirada de
Cristina, ella realmente sentía aprecio por Callie, lo cual era impresionante,
Cristina era una persona a su juicio extraña, casi un robot que demostraba casi
o ningún afecto hacia las personas, pero resultaba más que obvio que por lo
menos a Callie le tenía cariño. Luego pensó: “En realidad, Callie es un hermoso
ser humano, tanto, que logra que hasta que alguien como Cristina la quiera y la
admire”
Mientras pensaba eso, Arizona miró a Callie a los
ojos, Callie notó la admiración y el orgullo en su mirada y se acercó para
darle un tierno beso en la mejilla.
Luego, mirando a Cristina, Callie dijo, sin dejar de
sonreir:
-Cristina, hablando en serio, yo te considero mi amiga
y te quiero, nunca olvidaré que cuando en este hospital todo el mundo me veía
como un bicho raro, tu siempre me respetaste, nunca sentí un rechazo de tu
parte y sé que bajo esa tapa dura, tienes buenos sentimientos, así que si
Cristina, si pagaría rescate por ti, no creo que daría la vida como lo haría
por Arizona, pero si definitivamente, pagaría para rescatarte.
Arisona sonrió para sus adentros y se acordó de las
palabras de Bailey: “Callie es sincera, a
veces se pasa de sincera…”.
Cristina contestó divertida, tratando de darle un giro
a la conversación porque no le gustaban esas expresiones cariñosas: -Entonces
quiero mi chip, y cruzó los brazos apretando los labios para dar más fuerza a
su expresión de niña malcriada
Callie en un tono maternal le dijo: -Esta bien
Cristina, yo misma te voy a comprar tu chip.
Después que las tres mujeres terminaron su almuerzo,
se fueron caminando hacia los vestidores, a fin de prepararse para las operaciones
que tenían programadas. Callie tomó lo que necesitaba de su locker y lo cerró
con su llave, entonces se dio cuenta que aún tenía en los bolsillos de su bata,
el anillo de matrimonio y la pulsera con
la inscripción “Beauty and the Best”, que prefería guardar en algún sitio
seguro antes del entrar al OR otra vez, temiendo que pudieran caerse de sus
bolsillos y perderlos. Callie se dispuso a abrir su locker de nuevo, pero se
fijó que Arizona aún tenía su locker abierto, así que dijo:
-Opps, ya cerré mi locker, puedes guardarme esto en el
tuyo, entregándole las prendas a Arizona, quien le dijo:
-Por su puesto, yo te las guardo aquí. Luego Arizona
también cerró su locker.
Cristina salió primero rumbo al quirófano, mientras
Callie y Arizona se quedaron solas en el vestuario. En el mismo instante en que
Cristina cerró la puerta tras de si, Callie en un gesto rápido, tomó a Arizona
entre sus brazos por la cintura, la miró un segundo a los ojos con deseo y
lujuria y la besó. Fue un beso intenso, apasionado y ambas mujeres se
estremecieron por el efecto que ese beso provocó en sus cuerpos calientes.
Cuando sus labios se separaron en busca de aire para
respirar, Callie levantó una ceja y en un gesto totalmente sensual le dijo a
Arizona mirándola con deseo:
-Prepárate para nuestra cita de esta noche, te voy a
hacer el amor de mil maneras diferentes.
Arizona soltó un gemido de placer y dijo excitada:
-Por Dios Callie, ¿cómo me dices eso ahora? tengo que entrar a un quirófano en
unos minutos.
Callie sonrió pícaramente y le dijo: -Conmigo en este
hospital, tarde o temprano, vas a tener que acostumbrarte a entrar al OR
excitada, le dio otro beso breve en la boca y salió del vestuario dejando a
Arizona con la boca abierta mientras sintió como “Arizonita” estaba totalmente
húmeda, excitada… totalmente excitada.
Arizona se terminó de preparar y, así como estaba, fue
rumbo al quirófano, dispuesta a cobrarle a Callie esta noche con sexo loco y
ardiente, el precario estado en que la había dejado con sus besos y esas
palabras llenas de lujuria.
….
En las
afueras del Hospital Seattle Grace Mercy West
6:40
p.m.
Callie terminó la operación primero que Arizona, así
que se fue a los vestuarios se dio una ducha rápida y decidió que iba a pasar
por la tienda a retirar las jeringas antes de que cerraran y luego se iría a su
apartamento a esperar a Arizona. Ya le había enviado un mensaje a Mark para que
se quedara esta noche con Sofía, tenía planes románticos para su esposa, que
incluían baño sexy en la bañera, velitas románticas y vino, y por supuesto,
mucho, mucho amor.
Callie se puso sus jeans, una franela y su chaqueta de
cuero. Tomó los chips GPS y los guardó en el bolsillo trasero de los pantalones.
Salió del hospital rumbo a la tienda, retiró las jeringas y las guardó en el
bolsillo interno de la chaqueta de cuero. Fue a su apartamento, pero cuando iba
a abrir la puerta, buscó las llaves y nos las encontró, contrariada se dio
cuenta que las había dejado en su locker en el hospital. Así que bajo las
escaleras nuevamente y se dirigió al hospital; la entrada estaba bastante
desierta a esa hora, no se veía ni un alma, casi cuando estaba llegando sacó su
celular para enviarle un mensaje a Arizona para decirle que se estaba
devolviendo a buscar sus llaves en el locker, sin embargo, antes de comenzar a
escribir, la distrajo el frenazo de una ambulancia a su lado, intrigada se
acercó a la puerta de atrás, a ver qué pasaba, la puerta se abrió, pero adentro
la camilla estaba vacía, sin embargo había un hombre sentado, un hombre latino.
Callie no se dio cuenta que el conductor de la ambulancia se había bajado y
estaba detrás de ella. Sintió un fuerte golpe en la cabeza y todo se puso
negro, su celular cayó al suelo, muy cerca de la puerta de entrada del
hospital. El conductor se montó rápidamente en la ambulancia de nuevo y arrancó
a gran velocidad, rumbo hacia el sótano de una casa en Frink Park. Mientras
tanto, en la parte trasera de la ambulancia, el hombre latino, agarró los
brazos de Callie y ató su muñecas hacia atrás, tomó los tobillos y también los
ató fuertemente, finalmente amordazó su boca con una cinta adhesiva, justo
antes de ponerle la cinta en la boca, el hombre se percató de lo hermosa y
sensual que era la mujer que acababan de secuestrar y pensó para sí mismo “¡que
desperdició, una mujer tan bella como tú y dentro de unas semanas, estarás
muerta, tirada al borde de alguna carretera!”
Esta noche no habría ni sexo, ni velitas románticas,
ni vino; sólo angustia, lágrimas y miedo, mucho miedo…
Esta
historia continuará…