viernes, 11 de mayo de 2012

Capítulo III - ¡¡¡ Feliz Cumpleaños !!!


09 de Agosto:

Apartamento de Callie y Arizona
6:30 a.m.

Estaba amaneciendo, los primeros rayos de sol se asomaban tímidamente a través de las cortinas de la habitación, Callie abrió sus ojos e inmediatamente apareció en su rostro una enorme sonrisa, volteó hacia Arizona, ella estaba acostada boca arriba durmiendo profundamente, arropada con las sábanas hasta la cintura. Se quedó mirándola por unos minutos, le encantaba verla dormida, era tan dulce, tan hermosa, parecía un ángel rubio caído a su cama directamente desde el cielo, Callie susurró en voz muy baja, casi para sí misma, sin ánimos de despertarla: -Buenos días mi amor, feliz cumpleaños.

Callie se paró de la cama y fue al baño a asearse, regresó y se paró justo frente a los pies de su bella durmiente, levantó la sábana con mucho cuidado y arrastró su cuerpo por debajo cuidadosa y lentamente hasta que su rostro estaba a unos pocos centímetros de la vagina de Arizona, en otro susurro imperceptible dijo: -Hola “Arizonita”, aquí estoy, te extrañé mucho. Callie comenzó a rozar sus labios por la parte interna de los muslos de Arizona, provocando unos gemidos de satisfacción en su esposa, quien aún permanecía dormida. Callie utilizó sus dedos para abrir un poco los labios externos y empezó a pasar su lengua lentamente por los pliegues húmedos, muy cerca del centro pero sin tocarlo, luego comenzó a hacer movimientos con su lengua hacia arriba desde la abertura hasta los pliegues, apenas rozando su centro pero sin hacer contacto con el, provocando que Arizona, que ya estaba despierta, arqueara su espalda por la excitación que estaba comenzando a sentir.

Arizona gemía y le decía a Callie, aún sin abrir sus ojos: -Ooooh, siiii Callie, siiii, te deseo, te necesito. Esas palabras provocaron un gemido en Callie, quien decidió llevar a Arizona a los límites más extremos del deseo y la excitación. Sabiendo exactamente cómo hacerlo, Callie se propuso acariciar con su lengua toda la vagina de Arizona, menos en un punto, el punto donde ella más lo necesitaba, con cada movimiento la vagina se humedecía más y más, mientras las caderas de Arizona se agitaban y se levantaban buscando el contacto que tanto deseaba, pero que Callie aún no estaba dispuesta a darle. Arizona, gimiendo, jadeando, temblando, casi al borde de la desesperación le imploraba: –“Calliope…por favor, por favor…”, pero Callie, haciendo caso omiso de sus súplicas, continuó con sus movimientos un rato más, hasta que en un momento, sin previo aviso, su lengua tocó el clítoris y comenzó a hacer movimientos rápidos y circulares siempre en contacto con la protuberancia caliente.

Arizona soltó un grito de excitación por el contacto tan anhelado, y Callie continuó acariciando son su lengua el clítoris de Arizona, alternando movimientos rápidos y lentos entre los cuales Callie alejaba su lengua por sólo un segundo o dos, lo cual provocaba más y más gemidos de deseo y lujuria en la boca de su esposa. Callie también estaba demasiado excitada y notó como ella misma estaba a punto de llegar al borde, las dos mujeres gemían sin cesar, lo que provocaba aún más su acercamiento al borde que ya era inminente para ambas, hasta que llegaron a un punto de no retorno donde el éxtasis de sus orgasmos alcanzaron sus máximos históricos.

Ambas mujeres jadeaban y respiraban aún con dificultad, Callie seguía allí abajo, lamiendo sin descanso y en un momento bajó su brazo derecho hacia la parte de debajo de la cama y alcanzó un pequeño cartel que tenía preparado: sostenido por un palito de madera, había una cartón cortado en forma de corazón, Callie lo levantó para que Arizona pudiera verlo desde su posición: en uno de sus lados el cartoncito tenía escrito con la letra de Callie “Feliz Cumpleaños” en español y justo debajo “Happy Birthday” en inglés, Arizona lo miró y sonrió, entonces Callie volteó el letrero para enseñarle lo que estaba escrito por detrás, decía: “Te Amo” en español y abajo “I love you” en inglés. Callie , segura ya que Arizona había leído ambos lados del cartel, subió con su cuerpo hasta que sus rostros se encontraron, Arizona tenía una sonrisa de satisfacción y alegría en su rostro que mostraba sus hoyuelos en todo su esplendor y una mirada que expresaba sin lugar a dudas el inmenso amor que sentía por Callie, ella por su parte con su gran y expresiva sonrisa la miró del mismo modo y ambas se fundieron en un beso apasionado que se intercalaba con el roce de sus labios para volver otra vez a la pasión de un nuevo beso.

Entre un beso y otro ambas sintieron como algo dentro de sus pechos vibraba, algo que no eran latidos del corazón, mientras sus bocas vibraban y temblaban al mismo ritmo; era una sensación única, exquisita y exclusiva entre ellas, que habían percibido muchas veces, antes o después, de hacer el amor. Arizona nunca había experimentado esa sensación con nadie más que no fuera Callie y Callie tampoco, sólo con Arizona. Cuando los besos menguaron y la vibración entre ellas también, Arizona le dijo a Callie con un tono que denotaba una gran emoción:

-Creo que acabamos de hacerle el amor a nuestras almas…otra vez. Callie asomó una lágrima pequeñita en sus ojos de pura emoción y le dijo: -Si mi amor, así es, sólo tú eres capaz de hacerle al amor a mi alma, del mismo modo en que yo soy la única persona capaz de hacerle el amor a la tuya. Ambas se abrazaron muy, muy fuerte y sintieron una pequeña réplica de ese estremecimiento otra vez. Así se mantuvieron unos minutos, hasta que Callie levantó su cabeza para mirar a Arizona de nuevo y le preguntó con una sonrisa pícara en los labios, señalando hacia el cartel:

-Pues bien ¿Cómo te pareció esta felicitación trilingüe de cumpleaños?

Arizona, levantó su vista para tomar el cartel en sus manos y lo volvió a mirar, diciendo con un tono de interrogación:

-¿Trilingüe?... esta felicitación está escrita en dos idiomas nada más, dice “Feliz Cum-leanos” –lo pronunció horrible en español, pero lo intentó, y “Happy Birthday”, y agregó –Esta es una felicitación “bilingüe”, ¿Cómo qué trilingüe?, preguntó.

Callie riéndose le dijo: -Hello, sacó un poco la lengua de su boca y emuló los  movimientos que acababa de hacer en el sur de Arizona y le dijo -¿Y qué, acaso esta no cuenta?

Arizona, soltó una sonora carcajada, de hecho le dío un ataque de risa que prácticamente no podía controlar, obviamente la risa era tan contagiosa que ahora las dos mujeres estaban riéndose a carcajadas y literalmente no podían parar. Cuando finalmente la risa cedió, Callie volvió a sacar la lengua, repitiendo el mismo gesto y comenzó el ataque de risa otra vez.

Después de un rato, finalmente Arizona pudo hablar y le dijo a Callie:

-Si mi amor, esta es la mejor felicitación de cumpleaños que he recibido en mi vida…por partida triple y te garantizo que me has dado el más alegre despertar del mundo, Gracias por ese regalote de cumpleaños, Te Amo.

Callie le dijo: -Yo también te amo, pero esto sólo fue un abreboca nada más, si me permites la expresión, los regalos y las sorpresas están programadas para esta noche.

-Waoo, o sea, que esta historia ¿continuará?

-Claro que continuará, es como una sinfonía, esta fue sólo la obertura.

.Entonces voy a esperar con ansias que esta noche llegue rápido, porque si esta fue sólo la obertura, no puedo imaginarme cómo será el resto.

-Esa es la idea, por eso son sorpresas, porque no te las imaginas.

-Te amo

-Yo también, dijo Callie y haciendo una pequeña pausa continuó: -Bueno, me encantaría quedarme aquí contigo un rato más pero debo ir al Hospital porque tengo programada una cirugía a las 9:00 am. Tú si quieres puedes seguir durmiendo, y antes de irme te dejo preparado el desayuno para que comas cuando te levantes ¿te parece?

-Si no queda otro remedio, será, le dijo Arizona con una mueca infantil en su rostro, -Te voy a extrañar mi hermosa diosa trilingüe. Nos vemos en el hospital entonces, yo tengo que ir un poco más tarde.

-Ok, le dijo Callie, le dio un beso a Arizona, tocando sus labios con los de ella, se levantó de la cama, tomó ropa de la gaveta y entró al baño.

Arizona se quedó en la cama, no había pasado ni un minuto desde el momento en que Callie se había levantado para entrar al baño y ya la extrañaba, por eso pensó: “Dios, cuanto amo a esta mujer, cuando creo que ya no me cabe más amor en el corazón, hace cosas como estas y entonces descubro que la amo más todavía”, unos minutos más tarde se durmió otra vez, amando más a su esposa de lo que la había amado el día anterior pero segura que un poco menos de lo que la amaría esta misma noche. Algo le decía en su corazón que las sorpresas que Callie le tenía preparadas le iban a encantar y seguramente iban a lograr que se enamorara aún más de ella, y ahora sabía que eso era posible, con una mujer cómo Callie, sólo el cielo era el límite y posiblemente ni siquiera en el cielo habría límite alguno para un amor así.


Esta historia continuará...

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